En algunas ocasiones me han preguntado sobre experiencias en
el cosplay… desde divertidas, hasta algunas que roban el corazón o todo lo
contrario, quisieras evitar repetir a toda costa.
Les platico una experiencia muy en lo particular, especial.
Tal vez por la manera en la que ocurrieron las cosas pero es un recuerdo al día
de hoy, tengo en mi mente.
Con motivo del día del niño y los juegos de mesa, estuve en
un evento en la Estela de Luz (CDMX) a finales abril. Llevé mi cosplay de Anthy
Himeniya (Utena) y pues estuve todo el día de un lado a otro con fotos y así…
En un momento que salimos del recinto para fotos en unas
escaleras, yo andaba muy contenta sentada y posando cuando de pronto, se me
acerca una pequeña. No lo niego, al inicio me sacó de onda pero decidí sonreír
para saber qué era lo que necesitaba.
Se me acercó y me preguntó quién era. Obvio, preferí decirle
que era la princesa Anthy…y que me estaban tomando fotitos. La niña al inicio
no me entendió del todo pero después me dijo si estaba bien y le dije que sí.
Al final, me abrazó para después irse con su hermana mayor (o eso quiero
pensar).
¿Por qué algo tan simple y normal en cosplayers, me generó
reacciones emocionales? La niña no era como otras pequeñas con las que he
tratado. NO sabía de dónde era, o cómo llegó ahí. Simplemente se acercó y no
entendía lo que me hacían…
Fue de esas pocas ocasiones que dentro de mí, deseaba
abrazarla y decirle que ella también era una princesa, y que tiene toda la
magia para lograr ¡lo que quiera!
Honestamente, crear y mantener la ilusión de los niños, es
una tarea complicada al día de hoy. La vida compleja y sobretodo, la tecnología
y globalización han creado que los pequeños estén obligados a vivir en una
realidad que muchas veces, es demasiado dura y les impide ser… niños.
La pequeña que ven, tal vez tenga una vida complicada en
todos los aspectos pero lo único que me hizo sentir contenta, fue notar la
inocencia y sonrisa en su cara y claro, no quise romperle la ilusión.
Notar las reacciones positivas de los niños y grandes, es un
premio extra que se llevan los cosplayers. No sólo son premios o reconocimientos
sino… estas vivencias que en muchas ocasiones, te ayudan a ser mejor persona o
al menos, alguien más empático.
Parte de la magia y la tarea del cosplayer es hacer feliz a
la gente que te rodea y sobretodo, aprovechar las bonitas experiencias que el
hobbie te deja. Deja que te conviertas en un ejemplo positivo a seguir… no sólo
para los fans del personaje que estás encarnando sino, para aquellos que
quieren hacer lo mismo que tú.
Y claro, no dejes a un lado la ilusión de los niños, pues es un tesoro preciado que hay que mantener vivo en todo momento.
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