La
flor del Zodiaco
Saint
Seiya pertenece a Masami Kumurada, yo sólo tomo los personajes para crear algo
con fines de diversión.
Nota:
La historia está basada después de los hechos de Soul of gold y Hades. Saori
regresa a la vida a los dorados y Shion, como el nuevo Gran Patriarca.
Link original: https://www.fanfiction.net/s/13428247/1/La-flor-del-Zodiaco
Prólogo
La noche en Rodorio es
húmeda y fría, pues las nubes están descargando toda la lluvia que puedan, por
lo que no había ningún alma en las calles del pueblo pintoresco. Al mismo tiempo, los truenos y relámpagos
silencian cualquier ruido o bueno, el suficiente porque se escuchan gritos
despavoridos, como si se tratara de un ataque violento.
Sin importar la fuerte
lluvia, una mujer corre con todas sus fuerzas. Sus ropas están completamente
mojadas, pero trata de cubrir con una capa, lo que parece ser una menor
aterrada a todo lo que pasa y quien se aferra al cuerpo de su madre.
Ambas se adentran a unos
callejones muy estrechos, por lo que la mujer baja a la niña para que puedan
caminar con menos dificultad. Pareciera que están escapando de alguien o algo
porque no muy lejos de ellas, un grupo de hombres con perros de caza, buscan en
todos los rincones, algún rastro.
Los cinco hombres se notan
molestos, los perros olfatean lo que parece ser un zapato y ladran al instante;
tal parece que tienen alguna pista que los hace correr mucho más rápido.
-Creo que ya las
encontramos- dice uno de ellos. Su voz es muy grave, pero el rostro lo tiene
cubierto a causa de un sombrero y gafas oscuras.
-En cuanto las veamos,
acabaremos con ellas. No debe quedar nadie vivo, pues podrían abrir la boca y
arruinar todo lo que hemos hecho- dice otro hombre.
-… en este pueblo de cuarta,
lo único que nos ganaríamos, sería la muerte súbita por parte de los caballeros
de la tal Athena- comenta uno de ellos.
-¡Hey! Esas son tonterías de
niños- interrumpe el del sombrero- mejor buscamos a la bocaza y su hija.
Todos asienten ante esas
palabras, saben que el pueblo de Rodorio, está custodiado por los caballeros de
Athena aunque les suena más a un mito, que la realidad. Tienen el conocimiento
de que su índice delictivo es mínimo, pues sin importar que estos seres tan
populares, no caminan tan seguido entre los humanos, poseen protocolos de
seguridad muy efectivos.
Uno de los perros interrumpe
su plática porque ladra con mucha fuerza. Los hombres sonríen y corren para ver
a sus víctimas: una mujer de cabellos negros y ojos azules y, una niña que no
pasa de los 8 años, cabello azul violáceo y el mismo tono de ojos que su madre.
Ambas no entendían cómo fue que las descubrieron.
-Vaya, las encontramos muy
rápido. Tal parece que la lluvia, nos facilita todo- dice el hombre de
sombrero- lo mejor será que se entreguen lo más rápido posible, no creo que
quieran ser la cena de mis canes.
Los perros ladran con más
fuerza y la mujer se aleja un poco de ellos para correr una vez más:
-Mi pequeña, toma este sobre
y cuando te diga “ahora”, corre con todas tus fuerzas, como si no hubiera un
mañana- la mujer miraba por momentos a la niña y al mismo tiempo, a los hombres
sonriendo porque pronto las iban a capturar.
-… pero, mamá… ¿qué es
esto?- la niña nota que se trata de un sobre.
-Encuéntralo. Dale eso y no
dudará en protegerte, como tu padre…- pero en ese momento, los señores sueltan
a los perros y corren una vez más por las calles mojadas del pueblo- … ¡corre!
¡AHORA!
-Mis canes, ¡no las dejen
vivas!
Y comienza una carrera por
la vida de ambas. Sus rostros muestran el terror en todo su esplendor, sabían
que, si tropezaban o algo, sus vidas acaban en ese momento. La mujer le grita
que no dejara de correr, pues iba detrás para distraer a los perseguidores
hasta que…
-¡Hija, no dejes de correr!
¡No lo hagas! ¡Huye y encuéntralo!...- la mujer se tropieza con un charco
profundo y la niña se voltea para ir por ella-… no, tu sigue. Prefiero saber
que estarás en las mejores manos….
¡HUYEEEEE!
La niña grita al ver cómo
los perros la atacan y algunos hombres, ríen por la escena que están viendo
pero otros, van tras la niña porque saben que está escapando. Para ese momento,
la niña sale del pueblo y trata de escabullirse entre los arbustos y no se da
cuenta que hay un vacío. Pierde el equilibrio y cae de un barranco cuyo fondo,
es un río que conecta directamente con el Santuario…
El hombre de sombrero llega
y maldice porque se escapó una de sus víctimas. Sus acompañantes lo alcanzan
para saber el destino final de la niña.
-La niña se cayó del
barranco… ojalá que los peces hagan nuestro trabajo- dice entre maldiciones, el
de las gafas oscuras.
-… señor, ¿qué hacemos con el cuerpo de la madre? Los
perros la dejaron irreconocible- pregunta uno de ellos.
-Hagan lo que sea necesario
para eliminar la evidencia. Después de todo, ese es el castigo por tratar de
delatarnos. En cuanto lo hagan, nos vamos de este lugar. Parece que no estamos
solos y no dejen huellas.
Tras decir esas palabras, el
hombre se quita el sombrero y las gafas, mostrando una cabellera plateada corta
y unos profundos ojos verdes. Su mirada se posa hacia la zona más alta, de lo
que parece ser el santuario y sonríe un poco. Después saca un paquete pequeño
de su bolsillo, mostrando lo que parece ser una USB.
-… si supieran lo que
robamos de las empresas Mitsumasa, je. Vamos que debemos tomar el primer vuelo
hacia Japón.